Así me siento 99.9% del tiempo: abrazando a alguien que no está. Qué le vamos a hacer, que otra cosa hago que no sea pensar que estoy abrazando un cúmulo de estrellas. No se quien está al otro lado de mi abrazo. Se me ocurren que son todos los que me faltan organizados en forma de constelación, mi papá, ese futuro alguien, las empleadas del servicio, Dios, mi único intento de gato, todos son estrellas de Libra, la séptima constelación del zodiaco. Ese abrazo me llena de nada y me llena de todo, me hace llevarlos conmigo aunque nunca vaya a ninguna parte.